1.6 TRASTORNOS OCASIONADOS POR OTRAS PATOLOGÍAS.
SORDERA Y LENGUAJE.
La sordera en cuanto deficiencia, se refiere a la pérdida o anormalidad de una función anatómica y/o fisiológica del sistema auditivo, y tiene su consecuencia inmediata en una discapacidad para oír, lo que implica un déficit en el acceso al lenguaje oral.
Partiendo de que la audición es la vía principal a través de la que se desarrolla el lenguaje y el habla, debemos tener presente que cualquier transtorno en la percepción auditiva del niño, a edades tempranas, va a afectar a su desarrollo lingüístico y comunicativo, a sus procesos cognitivos y, consecuentemente, a su posterior integración escolar, social.
Existen dos tipos de sordera:
La sordera congénita es la hipoacusia –total o parcial- que está presente desde el nacimiento (aunque rara vez es detectada antes de los seis meses) y que puede ser genética (heredada) o adquirida. Es un impedimento del oído que es tan severo que el niño resulta impedido en procesar información lingüística a través del oído, con o sin amplificación. Es una enfermedad relativamente rara, pero con resultados contundentemente obvios para el bebé que suele ser por lo demás –cuando la sordera es aislada o no sindrómica- normal, sin ninguna característica que lo diferencie de otros bebés.
La sordera Adquirida, que es una pérdida de la audición que se manifiesta en el tiempo. No
está presente al nacer, a menudo se inicia por daño al oído interno como
resultado de lesión o enfermedad. Las opciones de tratamiento para la
sordera adquirida están diseñadas para mejorar la propia calidad de vida, pero
no puede revertir el daño del oído interno permanente o pérdida de la
audición.
u
Desarrollo del lenguaje mímico y gestual.
El lenguaje gestual va a marcar un período evolutivo
del lenguaje, ya sea oyente o sordo. Se debe de tener en cuenta que si el niño
o la niña son sordo no accederá de forma espontánea y natural al lenguaje
hablado. Un niño o niña sin sordera cuando va aumentando su nivel de lenguaje
hablado normalmente tiende a disminuir la gesticulación, en cambio a un niño o
niña con sordera le pasa totalmente lo contrario, tiende a gesticular más. .
La educación precoz.
Educación auditiva. consiste en estimular con una adecuada rehabilitación los restos
auditivos.
La educación de las restantes vías
perceptivas, se pretende desarrollar más los sentidos restantes
que no están afectados.
Parálisis cerebral infantil. Disartria.
La disartria se trata de una alteración de la articulación o pronunciación debida a causas neurológicas en las que se produce un defecto en el control muscular de los mecanismos de habla.
Síntomas de la disartria infantil
Los síntomas serán diferentes dependiendo de donde se encuentre la lesión, algunos de ellos pueden ser:
- Dificultad de movilizar la lengua, la mandíbula o los labios.
- Problemas del ritmo del habla.
- Cambios en el timbre de la voz (voz nasal).
- Problemas en el volumen de la voz (hablar muy bajito o susurrar).
- Problemas de control de la saliva.
- Incoordinación respiratoria.
- Trastornos motores corporales, dando lugar a problemas postulares.
- Trastornos del tono muscular (músculos con mucha rigidez o con debilidad o flojera)
En la actualidad, se está comprobando la importancia de detectar lo más pronto posible trastornos del habla como que es disartria infantil (muy común en patologías como la parálisis cerebral) para favorecer el pronóstico del tratamiento. El objetivo de este artículo es que como padres seamos capaces de detectar esta patología, saber en qué consiste y cuáles son sus tratamientos.
¿ Qué es disartria?
La disartria se trata de una alteración de la articulación o pronunciación debida a causas neurológicas en las que se produce un defecto en el control muscular de los mecanismos de habla.
Síntomas de la disartria infantil
Los síntomas serán diferentes dependiendo de donde se encuentre la lesión, algunos de ellos pueden ser:
- Dificultad de movilizar la lengua, la mandíbula o los labios.
- Problemas del ritmo del habla.
- Cambios en el timbre de la voz (voz nasal).
- Problemas en el volumen de la voz (hablar muy bajito o susurrar).
- Problemas de control de la saliva.
- Incoordinación respiratoria.
- Trastornos motores corporales, dando lugar a problemas posturales.
- Trastornos del tono muscular (músculos con mucha rigidez o con debilidad o flojera).
¿Cuales son las causas principales de este trastorno en niños?
La disartria se da por un daño en las zonas cerebrales que controlan el habla y la voz. Esta lesión cerebral puede ser debida a múltiples causas producidas antes, durante o después del parto como un traumatismo craneoencefálico, falta de oxígeno, etc. o enfermedades neurológicas progresivas.
En niños es muy frecuente encontrar una disartria dentro de una Parálisis Cerebral Infantil; aunque existen otras patologías que también la presentan como miopatías, enfermedades de los nervios periféricos, encefalopatías, etc.
¿Qué tipos de disartria hay?
- Disartria espástica: niños con músculos que ofrecen mucha resistencia al movimiento pasivo. Presentan un habla lenta y realizada con mucho esfuerzo.
- Disartria flácida: niños con flacidez y atrofia de los músculos. Producen sonidos débiles a un volumen bajo y con la voz ronca.
- Disartria atáxica: niños con afectación de los movimientos siendo lentos e inapropiados en fuerza, extensión, duración y dirección. Presenta un habla con una alteración de la prosodia, monotonía y aspereza en la voz.
- Disartria hipocinética: aparece lentitud, rigidez y temblor de reposo. Presentan un bajo volumen de voz, ronquera y variaciones del ritmo.
- Disartria hipercinética: aparecen movimiento involuntarios como temblores, corea, atetosis,… que alteran la articulación y fonación, entre otras cosas.
- Disartria mixta: la lesión se produce a distintos niveles, por lo que tiene una mezcla de síntomas
autismo y lenguaje.
Si bien la alteración en el lenguaje de los niños autistas ya fue identificada en las descripciones iniciales de Kanner, ha existido un amplio debate sobre su significado. Sin embargo, cuando se han analizado los trastornos del lenguaje en los niños autistas, se ha evidenciado que, en general, no difieren de los que pueden presentar los niños no autistas, por lo menos en sus aspectos formales.
El motivo más frecuente de consulta de un niño autista es el retraso en la adquisición del lenguaje. Se debe por tanto tener un elevado grado de sospecha y profundizar en la valoración de la conducta social, cuando un niño de 2 años no ha iniciado el lenguaje.
Otra característica peculiar, de carácter precoz en el lenguaje del autista, es la falta de gesticulación o expresión facial, como medio para suplir o compensar sus déficit lingüísticos, cuando intenta comunicar algo. La gesticulación del autista está disociada de la comunicación. Por el contrario, puede utilizar el gesto o el movimiento para dirigir al adulto hacia su fin, pero como si el adulto fuera un objeto más, utilizado mecánicamente para satisfacer sus deseos.
Un fenómeno lingüístico, prácticamente patognomónico de niños autistas es el uso del ‘tú’ o el ‘él’, para sustituir el ‘yo’.
Discapacidad Intelectual.
La discapacidad intelectual implica una serie de limitaciones en las habilidades que la persona aprende para funcionar en su vida diaria y que le permiten responder ante distintas situaciones y lugares.
A las personas con discapacidad intelectual les cuesta más que a los demás aprender, comprender y comunicarse.
Es importante señalar que:
- La discapacidad intelectual no es una enfermedad mental.
- Las personas con discapacidad intelectual son ciudadanos y ciudadanas como el resto.
- Cada una de estas personas tienen capacidades, gustos, sueños y necesidades particulares. Como cualquiera de nosotros.
- Todas las personas con discapacidad intelectual tienen posibilidad de progresar si le damos los apoyos adecuados.
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